El mito de usar el móvil en el avión



Quien más quien menos ha cumplido las indicaciones del personal de vuelo acerca de mantener los teléfonos móviles apagados durante el viaje. Pero también hay mucha gente que por descuido u omisión de estas normas ha dejado su teléfono móvil encendido dentro del avión durante el vuelo. 
¿A qué se debe esta norma?
La explicación técnica, más bien poco creíble, se basa en que la señal de radio que emiten los terminales móviles es suficientemente potente para interferir no solo en las comunicaciones del avión sino en los sistemas de navegación y radar de la nave. Esta explicación no me convence en absoluto por:
  • Los aviones llevan todos sus sistemas protegidos contra interferencias electromagnéticas. Ya que entre los propios sistemas del avión podrían provocarse interferencias. Esto es independiente de donde parta la señal de radio ya sea desde el interior o desde el exterior.
  • Ninguna caja negra ha determinado un fallo en un aparato de navegación que se pueda atribuir a un móvil. Si fueran tan peligrosos como se asegura estarían prohibidos sin excepción como si de un bote de champú se tratase.
  • No afectan negativamente a ningún sistema electrónico cotidiano. Teniendo en cuenta el numero de móviles que hay circulando por el mundo se han dado ya todas las posibles situaciones que pueda cubrir la estadística para determinar si afectan o peligrosamente a otros sistemas.
  • Las frecuencias en las que opera el GPS (1500 MHz) y el radar no son las mismas en las que operan los distintos sistemas de telefonía móvil (700, 800, 900, 1200 y 2100 MHz).
Por tanto no veo una causa técnica razonable ni demostrada en esta prohibición. Pilotos como John Nance afirman que los sistemas de los aviones son suficientemente seguros como para no verse afectados por los móviles aunque siempre hay quien afirma sin pruebas que la evidencia es tan obvia que sí existe el riesgo.
¿Entonces cuales son las causas de esta prohibición? ¿Causas reales y razonables?
  • El propio uso del teléfono móvil, pero no por provocar un peligro para el aparato, sino por la molestia que puede suponer su uso durante el vuelo para los pasajeros. Ya sea por las conversaciones o por el típico aburrido jugando a cambiar el tono del móvil.
  • Situaciones complicadas puedes volverse peores cuando los pasajeros comienzan a hacer uso de sus móviles pudiendo desatar el pánico. El control de las comunicaciones con tierra ya no sería exclusivo del piloto pudiendo originar situaciones comprometidas en las que si se viera afectada la seguridad del avión. Los espacios cerrados pueden jugar malas pasadas.
  • La falta de un estudio serio sobre la seguridad de los móviles en los aviones, costaría mucho millones, no ayuda a que las autoridades reguladoras se decanten por una opción u otra. Al existir una pequeña incertidumbre nadie quiere asumir un posible riesgo.
Algunas compañías con bastante sentido común han decidido comenzar aofrecer el servicio de telefonía móvil en sus aviones ante la expectativa de negocio. Para ello basta con incluir el equipamiento necesario para tener una celda de telefonía móvil en el interior de la cabina. Desde luego este tipo de servicios no se instalarían si para ello fuera necesario aumentar el aislamiento de todos los sistemas del avión y tener el aparato varias semanas en un hangar generando perdidas. ¿Obvio verdad?
¿Pero qué prohíben el uso de los demás aparatos electrónicos? 
La insistencia del personal de cabina en que se apaguen todos los aparatos electrónicos es cuanto menos molesta en casos absurdos como los reproductores de música. Pero teniendo en cuenta que cada vez más hay aparatos que son muchas cosas a la vez (teléfono, agenda, reproductor) las compañías prefieren pecar de prudentes.

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