Combustión espontánea, cuerpos que arden.


La combustión espontánea es un fenómeno donde supuestamente, el cuerpo de una persona se incendia sin un motivo aparente. Esta combustión puede generar quemaduras y ampollas en la piel, humo, o la carbonización completa del cuerpo.
Existe un gran misterio en torno a la combustión espontánea, debido a que dicen que no se trata de un fenómeno naturalmente explicable.

Mecanismo de la combustión espontánea:

Las versiones de combustión espontánea nos hablan de que una víctima cae inesperadamente en llamas sin causa explicable. Se trata de un fuego muy intenso y rápido, que destruye totalmente el cuerpo, sin que la víctima tenga oportunidad de solicitar ayuda. Los objetos que lo rodean, resultan prácticamente indemnes. En ocasiones, algunas partes del cuerpo resultan casi sin daños, generalmente las piernas y pies. Una capa de hollín grasiento suele depositarse en las paredes y techo de la habitación.


Análisis crítico de la combustión espontánea:


El cuerpo humano es muy difícil de quemar, debido a que más del 75% está compuesto por agua, ademas no hay ninguna combinación química ni ningún tipo de situación dentro del cuerpo en la cual podamos entrar en combustión espontáneamente .Es una probabilidad entre ínfima y nula. Un horno crematorio requiere de temperaturas de 750-1100°C, mientras dos o tres horas, para quemar completamente un cuerpo, con 1.800-3.600gr de residuos sólidos. Pero los huesos quedan en fragmentos de tamaños irregulares, que requieren de un proceso mecánico para su destrucción.
La base de cualquier tipo de combustión es la siguiente : calor, combustible y oxígeno.
En la combustión ordinaria se aplica calor al combustible en presencia de oxígeno, entonces arde.
En la combustión instantánea cualquier fuente inflamable ,como podría ser tela grasienta, se oxida, y crea una fuente de calor que se enciende.
Por otro lado, la combustión humana espontánea parece provenir del interior del cuerpo, donde no hay oxígeno ni ninguna fuente inflamable.


En el caso de la combustión espontánea, debemos tomar en cuenta estos y otros datos, antes de aventurarnos a hipótesis sobrenaturales. Hay algunos detalles comunes a todos los casos de combustión espontánea, que suelen pasarse por alto en la investigación de estos fenómenos, y que son clave para demostrar estas combustiones:
• La víctima de combustión espontánea siempre está sola en el momento que ocurre el hecho. Por lo tanto, no existe ningún testigo de este fenómeno.
• El suceso siempre tiene lugar dentro de recintos cerrados. Generalmente sobreviene en el dormitorio de la víctima.
• La víctima siempre ha permanecido sola mientras al menos, unas cuantas horas. Y el cuerpo se descubre siempre horas o días después.
• Las quemaduras suelen ser más severas que las que generaría un fuego normal, y no se distribuyen uniformemente por el cuerpo, siendo más afectados generalmente el torso y los muslos, incluso quedan reducidos a cenizas (incluso los huesos), pero las extremidades no resultan afectadas.
• La combustión es localizada, se quema el cuerpo y los objetos inmediatos, como ropa, camas, asientos, el piso donde yace, etc. Pero el resto de la habitación se mantiene relativamente intacto.
• El piso está cubierto alrededor del cuerpo, por una sustancia grasosa y maloliente.
• Los objetos que rodean al cuerpo y están ubicados por encima de un metro de altura, presentan signos de exposición al calor, pero los que están por debajo de esta línea, no.
• Aproximadamente el 80% de las víctimas son mujeres, la mayoría con sobrepeso. Muchas de ellas son alcohólicas o bebieron antes del accidente. Las víctimas suelen ser de edad avanzada o presentan enfermedades crónicas, por consiguiente presentan riesgo de muerte, por su condición.
• Siempre hay una fuente externa de combustión en la habitación y cerca de la víctima. Además, muchas víctimas son fumadoras crónicas y de hábitos desordenados. 

• La víctima siempre muere, así que no hay posibilidad de que se explique en primera persona. 

Casos de combustión espontánea :

Existen varios casos registrados desde el siglo XVII, de combustión espontánea.
El primer caso registrado data de 1673, en París, donde un ciudadano desconocido y aparentemente alcohólico, fue encontrado carbonizado, pero la cama de paja en la que yacía estaba intacta.
1731- (sin fecha exacta) la condesa Cornelia di Bandi de Cesena, de 62 años, fue encontrada quemada en el piso por una doncella. El cuerpo se convirtió en cenizas, pero los brazos y piernas, estaban casi intactos, parte del cráneo y la mandíbula, estaban entre las piernas. Las paredes de la habitación estaban cubiertas de hollín, y el suelo con un líquido pegajoso. Un líquido amarillo y grasiento goteaba de la ventana, entretanto la cama no mostraba daños. En el piso había una lámpara de aceite vacía cubierta de ceniza.
1763- Jonas Dupont (francés)realiza la primera investigación sistemática del fenómeno, y la publica en un libro “De Incendis Corporis Humani Spontaneis”.
2 de julio de 1951- En St. Petersburg, Florida, Mary Reeser, una obesa viuda de 67 años, fue hallada carbonizada en su departamento, quedando su pie izquierdo. Estaban quemados además, el sillón en que estaba sentada, una mesa y una lámpara, junto a ella. El resto del departamento estaba casi sin daños. Su hijo fue quien la vio por última vez, la noche anterior, y ella había ingerido dos comprimidos de Seconal y estaba fumando.
Otros casos reciente son: 1966, el cirujano de 92 años, John Irving Bentley. 1980, Henry Thomas, de 73 años. 1986, George Mott, bombero retirado de 58 años.

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